MOTORBEACH 2016
El año pasado estuve en el motorbeach sólo el viernes y me moló el ambientillo que había. Mezcla de surf, motos, furgos, coches clásicos...
Una mezcla que a mí personalmente me gusta. Además nos juntamos una buena cuadrilla capitaneada por Sergio Hierro, los vitorianos, algunos asturianos y el gran Fran Pardo de averturate y vive.
Hacía tiempo que no sacaba la moto, de hecho la última vez que la había sacado fue cuando la recogí del taller, recién revisada para dar un rule este verano. Ya me extrañó que arrancara con quejidos, pero lo confirmé cuando después de llegar a Gijón, donde había quedado con Gayo, no me arrancó.
Recordé mi propio consejo dado en Grandas de Salime a un harlero, que mirase si tenía los bornes flojos y voilá, esa fue la gran avería del día.
Me vino bien, porque practiqué un poco y me pareció que no me falta ninguna herramienta importante, osea que voy al menos algo preparado, ya que hasta ahora nunca llevaba ninguna herramienta en la moto.
Total, que entre pitos y flautas llegamos al motorbeach.
Una vez instalados, nos fuimos a dar una vuelta para ver las tiendas, las motos y demás cuestiones de interés que nos dejaba entrever el evento.
Nos quedamos por allí a cenar y copetear un poco, entre buena música, gran compañía, risas, etc y una de las puestas de sol más guapas que recuerdo. Vaya sitio!!
Por la noche nos recogimos a una hora prudencial y como me aburría, entré en una página de apuestas por internet bastante interesante, porque tiene información sobre ofertas y cuotas mejoradas de todas las casas de apuestas que existen en España, gracias a eso, subvencioné parcialmente mi semana. Ahora puedo decir que por el momento, apuestas-deportivas.com, es una de las mejores páginas de apuestas deportivas que he visitado.
Al día siguiente amaneció medio soleado, medio nublado. Menos mal, porque con sol, lo único sensato era estar en la playa.
Navegamos entre chiringuito y la zona de acampada, donde Sergio, nos obsequió con una rica paella para 20 que estuvo muy rica y sentó de maravilla.
Por la tarde seguimos con el ambiente chiringuitero, esta vez con otro mítico, Roberto Naveiras, que vino acompañado de su mujer y matamos la tarde con charlas variopintas, sencillas, humildes y no por ello sin falta de interés.
Por la noche, muy contento yo, tropecé en el prado de camino al chiringuito en un agujero que apareció de repente para joderme un poco. Retorcí la rodilla, me hice un pequeño esguince que en momento apenas me resultó doloroso, pero al día siguiente las pasé canutas para recoger la tienda y poder conducir la moto.
Soy el pupas, jaja.
Mientras escribo esta minicrónica, parece que me estoy recuperando bien a base de hielo, ibuprofeno y una rodillera.
Más me vale, porque el viernes que viene, voy a hacer uso de mis merecidas vacaciones veraniegas y me voy a dar un rulín por hasta donde llegue.
Un placer a todas las personas que han compartido este fin de semana tan bueno conmigo.
Muy guapo, menudas joyas, yo quiero una de esas.
ResponderEliminarUn saludo.
Llegué a la ciudad mostrando habilidad con las motos
ResponderEliminar